Caso de asociación
Yumba es una empresa unipersonal de Guillermina Esmoris que está radicada en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires. (Argentina), y desde 2018 elabora y exporta resinas artesanales para instrumentos musicales como violines, violonchelos y contrabajos. En 2019, los pedidos de resinas a la empresa se incrementaron y Guillermina se planteó la posibilidad de contratar personal adicional. Pero un año después, y en el contexto de la pandemia de Covid-19, la demanda se retrajo casi totalmente y El plan no llegó a concretarse.
Durante 2022, en un escenario de recuperación económica, Yumba volvió a registrar un crecimiento en la compra de resinas. Guillermina decidió entonces delegar la fase de producción a la cooperativa Maleza, un proyecto que conoció al escuchar en una entrevista radial a integrantes de esa organización. Atraído por el valor social de la iniciativa, se contactó de manera inmediata con ellos. Si bien inicialmente la idea de trabajar en conjunto se basaba en una nueva línea de productos de limpieza de instrumentos, luego surgió la posibilidad de producir las resinas en la cooperativa. Maleza inició sus actividades en 2017 y, dentro de los esquemas de la economía
Ciudad de Buenos Aires (Argentina), y actualmente cuenta con una dotación de 46 trabajadores que en su mayoría son mujeres. En el consejo de administración y en la coordinación de la entidad se desempeñan sólo mujeres. Además, las áreas específicas, como administración, comunicación, producción, ventas y garantía. de calidad, son lideradas por mujeres. Maleza comenzó como un proyecto conformado por mujeres que se conocieron por haber participó en otras experiencias organizativas como comedores y merenderos comunitarios, cuyo objetivo era buscar una salida colectiva al contexto socioeconómico crítico en el que vivían. En 2021, Maleza obtuvo la matrícula de INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social), que le otorgó personería jurídica, y se constituyó formalmente como cooperativa. Al plantear la asociación entre Yumba y Maleza, se propusieron iniciativas que permitieran el vínculo productivo, ya que si bien las trabajadoras tenían formación en química obtenida en una escuela técnica de la Ciudad de Buenos Aires y contaban con experiencia, la cooperativa hasta entonces no había desarrollado procesos productivos. Tampoco contaba con buenas prácticas de laboratorio, organización de la producción o conocimientos específicos de la producción de resinas. Por esta razón, Guillermina. se instaló en Villa Lugano durante 10 días y capacitó a las trabajadoras en la formulación y elaboración de resinas. Hoy, las resinas de Yumba llegan a más de 20 países. Para llegar a este resultado, resultó clave el apoyo de programas del sector público como “Desafío Exportador” y “Mujeres al Mundo”, que ayudaron a incrementar las ventas.